Las cubiertas son grandes superficies, expuestas al sol, sin apenas sombras y protegidas frente a posibles robos.
En el diseño e instalación de este tipo de plantas fotovoltaicas se deben tener en cuenta aspectos fundamentales:
La estructura existente debe ser capaz de soportar la sobrecarga que se va instalar.
La impermeabilización existente debe tener una vida útil estimada similar a la de las placas fotovoltaicas (más de 20 años). Esto debe plantearnos la necesidad, o no, de realizar una reimpermeabilizacion previa, ya que una vez instalada la planta fotovoltaica cualquier actuación posterior resulta muy compleja y costosa.
Hay que prestar especial atención al sistema de soportes de las placas, que debe cumplir dos funciones fundamentales: Soportar los esfuerzos y garantizar que se sigue manteniendo la estanqueidad de la cubierta.
En estos dos últimos puntos, es donde BMI puede ayudar a garantizar que la cubierta continua cumpliendo con su primera y principal función: la estanqueidad del edificio.
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