Combinar la tradición y las nuevas tecnologías en proyectos de rehabilitación que parten de patrimonio histórico es uno de los principales retos de la arquitectura moderna.
Hoy que celebramos el Día Mundial de la Arquitectura nuestro blog quiere rendir homenaje a todos aquellos arquitectos que diseñan proyectos de rehabilitación (tan necesaria para lograr la descarbonización del parque edificado) buscando soluciones eficientes, sin atentar contra la tradición o la cultura de cada zona.
Es el caso de la rehabilitación de “El Molino de Enmedio” diseñada y proyectada por el arquitecto Ignacio Capilla Roncero que se ha encontrado con importantes dificultades a lo largo de todo el proceso. Esta vieja construcción, prácticamente en ruinas, se encontraba en las cercanías del casco urbano de Huéneja, en la provincia de Granada.
Su uso primitivo fue el de molino harinero hidráulico con un solo rodezno y se completaba con otras estancias destinadas a vivienda y establos. Desde el punto de vista arquitectónico destacaba su singular geometría curva, su cubierta inclinada, típica de la zona y el uso de materiales tradicionales (muros encalados y pigmentados, tejas de barro, etc.).
Pero el edificio original estaba en tan mal estado que nada más empezar la intervención y ante el peligro de desplome tuvieron que declarar el estado de ruina y proceder a su demolición. Se decidió respetar la geometría reminiscente del antiguo molino con los paramentos verticales y la cubierta inclinada a la vez que realizar un nuevo edificio entendido como un elemento de contraste entre las pre-existencias y la incorporación de nuevas tecnologías de eficiencia energética.
“En el caso de la cubierta queríamos un sistema que mantuviese el aspecto original de cubierta inclinada con teja tradicional de la zona pero que incorporase soluciones de eficiencia energética”, afirma el arquitecto de esta ambiciosa obra. Sus necesidades fueron resueltas con el sistema Tectum® - Pro, del que se han instalado cerca de 300 metros cuadrados. Es una solución innovadora que integra los materiales más vanguardistas del mercado para la construcción de tejados, tanto de cerámica como de hormigón. Está compuesto por films impermeables transpirables y/o reflexivos, aislamiento, tejas y piezas que combinadas con otros componentes (cumbreras ventiladas, elementos de fijación, etc.).
Todas las construcciones que formarán parte de este complejo rural están siendo edificadas conforme al estándar Passivhaus mimando el aislamiento, la hermeticidad y la ventilación. “Hemos buscado sistemas sostenibles para cubierta y fachada con un alto nivel de aislamiento, carpinterías de alta eficiencia energética y sistemas de aerotermia para la calefacción y el agua caliente”, asegura Ignacio Capilla.
Se inaugurará en unos meses y ya estamos pensando en una escapada. ¿Te vienes?