El frío se resiste a hacer acto de presencia y las temperaturas son todavía más propias de finales de septiembre que de comienzos de noviembre. Sin embargo, en este blog lo que no brilla por su ausencia es la prevención de futuras contingencias en tu cubierta.
Hoy nos ocupamos de la nieve (sí, sí, nos anticipamos a las primeras nevadas) que antes de que nos demos cuenta cubrirá las cubiertas de nuestros hogares. Por este motivo, es el momento de proteger nuestros tejados para evitar sorpresas desagradables más adelante.
En caso de tener que construir una cubierta nueva y dependiendo de la zona en la que vivas, será más adecuado optar por una cubierta inclinada (si las nevadas son frecuentes) que por una plana, ya que la cubierta inclinada favorece la evacuación del agua, granizo, nieve. En el caso de que el tejado ya esté construido también puedes prepararlo para afrontar el duro invierno.
Antes de que nos sorprendan las inclemencias meteorológicas es importante evaluar el estado de la cubierta y ver si hay posibles grietas que deben ser reparadas lo antes posible. También es importante revisar todos y cada uno de los componentes del tejado (canalones, bajantes, remates, cumbreras, etc.) para limpiar los posibles restos que se hayan acumulado durante el verano y el otoño.
Pero si algo es fundamental es la impermeabilización y el aislamiento de nuestra cubierta para proteger nuestra casa o edificio de la primera nevada del año. Gracias a la impermeabilización se evitarán humedades y goteras cuando la nieve se derrita. Por su parte, un buen aislamiento ayudará a dejar el frío fuera de nuestro hogar, ahorrar en nuestra factura energética y conseguir un adecuado confort térmico.
Por eso, a la hora de elegir un material impermeabilizante y un aislamiento para la cubierta, conviene elegir productos con garantías que ofrezcan la seguridad de aportar buenas soluciones a la cubierta. Esta es nuestra elección:
Mejores aislamientos para cubiertas
Mejores materiales para la impermeabilización de la cubierta
Con la cubierta revisada y limpia, bien aislada e impermeabilizada, tu vivienda ya estará completamente preparada para afrontar el invierno más duro. Porque ya se sabe, ahora sí: “Año de nieves, año de bienes”.