¿Es posible fijar las tejas a una cubierta empleando un mortero? ¿Y si tengo que realizar algún remate? ¿Es mejor utilizar este sistema o el montaje en seco?
Si alguna vez te has enfrentado a la instalación tejas en una cubierta seguro que te ha surgido esta duda. A la primera pregunta podríamos responder de manera afirmativa, pero matizando: según recoge el Código Técnico de la Edificación (CTE), tanto en el apartado que hace referencia a las normas de instalación de tejas Cerámicas (UNE 136020) como al que aborda lo referente a las tejas de Hormigón (UNE 127100) existe la posibilidad de usar un tipo de morteros muy específicos para fijar las tejas y rematar las cubiertas. Eso sí, hablamos de productos con unas especificaciones muy concretas.
El empleo de mortero para fijar las tejas a una cubierta es una técnica que todavía se puede ver con relativa frecuencia en España, pero en franco desuso en Europa. En los países de Europa Central donde el clima es más frío y húmedo, desde hace más de 30 años emplean sistemas de montaje en seco y esta tendencia comienza a arraigar fuertemente en nuestro país.
El empleo de mortero para la fijación de tejas es una solución general, pero no aporta ninguna funcionalidad especial y que al ser preparado en obra no puede garantizarse sus prestaciones.
Sin embargo, el sistema de montaje en seco permiten:
Una instalación rápida y limpia, con el consiguiente ahorro de tiempo y de dinero.
La reparación, renovación o corrección de una manera sencilla y económica.
Y se evita desperdicio de producto.
Además, los sistemas de montaje de cubierta en seco ofrecen una serie de funcionalidades que no aporta la instalación con mortero:
Ventilación de la cubierta, que alarga la vida de los materiales y mejora la eficiencia energética de la cubierta al evitar la aparición de condensaciones en invierno y al disipar el calor en verano.
La resolución de encuentros y puntos críticos se realiza con productos específicos y técnicos.
En definitiva, los sistemas de montaje de cubierta en seco proporcionan una serie de ventajas tanto en el plano económico como de funcionalidad, que no encontramos en el empleo de mortero tradicional.